Sobre una parcela rectangular de grandes dimensiones se plantearon 2 bloques en distintas alturas. La entrada al grupo inmobiliario es único desde el Paseo de Capa Negra que da acceso a un espacio central y desde este, a través de soportales, a los distintos núcleos de comunicación vertical.
Las esquinas se resuelven con patios abiertos que permiten la ventilación a las viviendas y a las escaleras cilíndricas que las sirven. El fondo de la parcela se remata con dos torres de 10 plantas realzando el eje de la intervención.