En la calle Cesar Manrique de Rivas-Vaciamadrid nos plantean diseñar un Centro Comercial en tres alturas con la premisa que la Planta Baja debe estar destinada a comercio de alimentación.
La fuerte pendiente de la calle es una dificultad añadida que se resuelve con unas escaleras mecánicas exteriores y un ascensor en una torre de cristal que hace también de elemento de llamada.
En el interior, un patio central sirve de elemento de distribución y encuentro en planta baja. Los lados del patio se rematan con dos escaleras abiertas a dos pasajes con barandilla de cristal que distribuyen los locales de planta primera.
La última planta se retranquea para organizar una terraza a la que tendrán acceso los locales destinados a hostelería.
El edificio se cierra con una fachada cerámica ventilada y una cubierta de cristal que ofrece una extraordinaria luminosidad a todos los recorridos interiores.